viernes, 24 de diciembre de 2010

La caja (no tan) idiota

¿Cuánta ciencia puede encontrarse en la televisión? No mucha. En cambio, los programas pseudocientíficos abundan. También abundan los programas de revista con segmentos dedicados a la divulgación de la superstición y la promoción de la credulidad.

Carl Sagan anotó lo siguiente en El mundo y sus demonios:

Un ser extraterrestre recién llegado a la Tierra –si hiciera un examen de lo que presentamos principalmente a nuestros hijos en televisión, radio, cine, periódico, revistas, cómics y muchos libros- podría llegar fácilmente a la conclusión de que queremos enseñarles asesinatos, violaciones, crueldad, superstición, credulidad y consumismo. Insistimos en ello y, a fuerza de repetición, por fin muchos de ellos quizá aprendan. ¿Qué tipo de sociedad podríamos crear si, en lugar de eso, les inculcáramos la ciencia y un poco de esperanza?

Fácil es invitar a charlatanes a hablar de "niños índigo", "fantasmas" y "posesiones de demonios"; difícil es divulgar la ciencia de forma interesante y divertida.

He aquí una muestra de buena divulgación científica para niños, un programa que me encantaba:

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